La rinoplastia es la cirugía que remodela la nariz, aportando una mejora estética y funcional. 

Desde el punto de vista estético, mediante la rinoplastia se mejora el aspecto de la nariz y se corrigen alteraciones como por ejemplo una giba doral, una nariz ancha o problemas en la punta nasal (falta o exceso de proyección, punta nasal caída, desviaciones etc.)

Por otro lado, la rinoplastia funcional está indicada cuando hay una insuficiencia respiratoria nasal, es decir cuando hay una limitación en la entrada de aire por la nariz. Esto puede ser debido a una desviación nasal o laterorrinia, a una desviación septal, a una insuficiencia en la válvula nasal interna o externa, a una secuela tras una fractura nasal o problemas en los cornetes, como es la hipertrofia de cornetes nasales.

Existen dos modalidades de técnicas para rinoplastia. Por un lado está la rinoplastia preservadora, que consiste en remodelar la nariz conservando el dorso nasal y realizando todo el trabajo desde la parte más profunda de la nariz. De este modo se preservan los ligamentos y la relaciones entre los cartílagos nasales, consiguiendo un resultado natural, una mejora funcional y eliminando riesgos como una deformidad en V invertida o una insuficiencia en la válvula nasal.

Por otro lado, está la rinoplastia estructural, que consiste en alterar la anatomía de la nariz mediante la resección de cartílagos o hueso y el uso de suturas y de injertos de cartílago para aportar una estructura nasal que corrija las alteraciones presentes. Esta técnica está indicada cuando hay grandes alteraciones nasales, problemas respiratorios graves, en casos de rinoplastias secundarias o cuando hay que aportar tejido en forma de cartílago.

Desde el punto de vista de la cicatriz, la rinoplastia puede ser cerrada, cuando todas las incisiones se hacen desde el interior de la nariz, o abierta, cuando se asocia una pequeña incisión en la base de la columela.

Independientemente de la técnica, la rinoplastia se realiza bajo anestesia general y tiene una
duración de entre 2 y 3 horas. Durante la primera semana tras la cirugía se utiliza una férula nasal que protege la nariz y controla la cicatrización, y en ocasiones se utiliza una férula interna para estabilizar la nariz desde el interior. La recuperación tras una rinoplastia es de 7 a 10 días. Es de esperar inflamación y hematomas a nivel de la nariz o de los párpados que se resuelven al cabo de unos días. Es recomendable dormir con la cabeza elevada los primeros días para disminuir la inflación y realizar reposo relativo durante 2 semanas. El resultado final puede tardar en verse entre 1 y 2 meses.

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  • Tipo de anestesia – anestesia general
  • Duración de la cirugía – variable, entre 1 y 3 horas
  • Hospitalización – cirugía ambulatoria o con 1 noche de ingreso
  • Recuperación – 2 semanas

La rinoplastia es la cirugía de remodelado nasal, que nos permite corregir aspectos funcionales y estéticos de la nariz, tanto a nivel de los cartílagos nasales, del hueso o del tabique. Mediante la resección o aportación de tejidos se puede modificar

 

La rinoplastia estética está indicada cuando la forma de la nariz, no es harmónica o no está en concordancia con el resto de la anatomía facial, ya sea por ser demasiado grande, pequeña o por no estar bien alineada.

La rinoplastia funcional o septoplastia, se indica en casos se insuficiencia ventilatoria nasal debidos a una desviación del tabique nasal. Esta cirugía se puede combinar con técnicas para mejorar la estética nasal.

 

Al acabar la cirugía se colocan un taponamiento nasal y una férula de protección. Los primeros se retiran al cabo de 2 o 3 días y la férula se mantiene durante 1 semana.

Durante los primeros días tras la operación necesitarás cierto reposo y dormir con la cabeza elevada para disminuir la posibilidad de hematomas. El doctor te pautará medicación para que la recuperación sea lo más cómoda posible.

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