La reducción de pecho o mamoplastia de reducción es la cirugía que disminuye el volumen mamario. Está indicada en mujeres con un desarrollo excesivo del pecho, también conocido como hipertrofia mamaria.

Esta patología provoca problemas de salud, tanto físicos como emocionales a las mujeres que la padecen, como por ejemplo dolor cervical o dorsal, irritación mamaria, infecciones cutáneas o limitación de su actividad física. Desde el punto de vista emocional, puede alterar la autoestima o sexualidad de la paciente.

La cirugía de reducción de pecho se lleva a cabo con anestesia general y una noche de ingreso. Mediante una cicatriz conocida como T invertida, se consigue disminuir el excedente de glándula mamaria y subir el pecho. En casos de asimetría mamaria también se consigue igualar el tamaño entre ambos pechos. El resultado es un pecho de un menor tamaño, proporcionado, estético y elevado.

Se trata de una cirugía muy bien tolerada y muy agradecida. Las mujeres operadas de reducción de pecho valoran muy positivamente los beneficios de esta cirugía, especialmente en lo referente a la mayor comodidad por el menor peso del pecho y al retorno de actividades que antes estaban limitadas como por ejemplo el ejercicio físico.

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  • Tipo de anestesia – anestesia general
  • Duración de la cirugía corporal – 3h
  • Hospitalización – 1 noche de ingreso hospitalario
  • Recuperación – 2 semanas

La mamoplastia de reducción, o reducción de mamas, es la cirugía que remodela, eleva y disminuye el tamaño del pecho, consiguiendo un pecho más atractivo, proporcional y harmónico a tu silueta. Se puede asociar una técnica donde parte del pecho excedente, se utilice a modo de autoprótesis, para así conseguir un efecto de “pecho operado”, con un escote más llamativo pero sin utilizar prótesis de mama.

Esta cirugía está indicada en casos de hipertrofia mamaria, cuando el volumen excesivo del pecho produce molestias como dolor cervical, dorsal, problemas cutáneos por irritación o bien dificulta la vida diaria o la práctica deportiva.

Durante los primeros días tras la cirugía necesitarás cierto reposo y evitar sobre esfuerzos. Notarás cierta tensión y molestias en el pecho, que se controlarán con la medicación pautada. Te proporcionaré un sujetador específico que tendrás que utilizar día y noche durante el primer mes. Podrás ver los resultados de la cirugía de forma inmediata, aunque tienes que tener en cuenta que el resultado final lo verás al cabo de unos meses, cuando ya haya disminuido la inflamación y el pecho se haya posicionado

 

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