Las mamas tuberosas o tubulares son una patología congénita mamaria que consiste en una alteración en el desarrollo de la glándula mamaria y puede afectar a un pecho o a los dos. Muchas veces, la propia paciente es inconsciente de que presenta esta malformación.

A partir de la pubertad se produce una limitación en el desarrollo del pecho, el cual tiene una forma picuda o constreñida. Generalmente son pechos pequeños, con areolas ensanchadas, falta de desarrollo del polo inferior y herniación de la glándula a través de la areola. El nombre de mama tubular se debe por tanto a la forma de tubo que acaban adquiriendo estos pechos.

Es muy importante detectar esta malformación durante la exploración médica para poder ofrecer un tratamiento personalizado según los problemas en el desarrollo que presenta cada tipo de mama tuberosa.

El tratamiento de esta patología tiene dos objetivos: restaurar los problemas que esta malformación causa en el pecho y aumentar el volumen del pecho mediante el uso de prótesis mamarias. De este modo, se hacen una serie de modificaciones en la glándula mamaria para liberarla de las adherencias internas que la constriñen y reposicionarla. Generalmente se asocia una disminución del tamaño de la areolar o una elevación periareolar.

Otra de las técnicas auxiliares que nos ayudan a tener un resultado natural en las mamas tuberosas es el lipofilling, que consiste en la inyección de injertos de grasa para acabar de rellenar y dar forma al pecho.

En resumen, podemos decir que la cirugía de las mamas tuberosas va a depender
del grado y severidad de la malformación, y que generalmente va a ser la
asociación de una serie de técnicas quirúrgicas las que van a permitir tener
como resultado un pecho bonito, natural y harmónico.

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  • Tipo de anestesia – anestesia general
  • Duración de la cirugía corporal – entre 1 y 3 horas
  • Hospitalización – cirugía ambulatoria o con ingreso, según valoración individualizada
  • Recuperación – 1 o 2 semanas

La mama tuberosa es una malformación en el desarrollo del pecho, de forma que crece con una base más estrecha, dilatando la areola y dando el aspecto de un pecho tubular o picudo. Normalmente se acompaña de un volumen glandular insuficiente y puede ser necesario el uso de prótesis de mamas y de distintas técnicas que redistribuyen el pecho para conseguir un resultado natural.

El tipo de cicatriz va a depender del estado y forma del pecho y del uso de prótesis, siendo habitualmente necesario asociar una cicatriz alrededor de la areola para disminuir el tamaño de la misma.

La cirugía de tratamiento de la mama tuberosa está indicada en mujeres afectas por esta malformación, que no están contentas con el desarrollo de su pecho y que pueden verse afectadas psicológicamente por la forma del mismo.

Durante los primeros días tras la cirugía necesitarás cierto reposo y evitar sobre esfuerzos. Notarás cierta tensión y molestias en el pecho, que se controlarán con la medicación pautada. Te proporcionaré un sujetador específico que tendrás que utilizar día y noche durante el primer mes. Podrás ver los resultados de la cirugía de forma inmediata, aunque tienes que tener en cuenta que el resultado final lo verás al cabo de unos meses, cuando ya haya disminuido la inflamación y el pecho se haya posicionado.

 

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